lunes, 7 de marzo de 2011

EDUCACIÓN AMBIENTAL

El informe dice que es probable que la temperatura global aumente tres grados en este siglo. Los científicos advierten que un cambio climático provocado por el hombre de esta magnitud amenaza el futuro del planeta y de la civilización.

Existen cinco pilares que debemos colocar para afrontar el calentamiento global:

  • Maximizar el ahorro de energía en el consumo de combustibles fósiles.
  • Reducir las emisiones de gases que provocan el calentamiento global.
  • Optimizar la introducción comercial de energías renovables.
  • Introducir una tecnología de pilas de combustible de hidrógeno para almacenar energía renovable.
  • Crear redes inteligentes para distribuir la energía por los continentes.

A corto plazo, los medios inmediatos para abordar el calentamiento global son:
  1. Reducir el consumo de combustibles fósiles al menos  en un 20%, introduciendo nuevas tecnologías para ahorrar energía y mejores prácticas en hogares y empresas.
  2. Imponer límites al carbono y establecer un mecanismo que obligue a reducir antes de 2020 un 30% las emisiones de CO2 y otros gases que contribuyen al calentamiento global.
  3. Establecer un parámetro aplicable para la producción a partir de fuentes energéticas renovables de un 33% de la electricidad de cada país y de un 25% de su energía total en 2020.
  4. Asumir un compromiso a largo plazo para realizar la transición a una era del hidrógeno, que es el elemento más ligero y abundante del universo, y que, utilizado como fuente de energía, sólo genera agua y calor como subproductos.
  5. Reconfigurar las redes eléctricas de cada país. Podrían utilizarse los mismos principios y tecnologías que hicieron posible Internet: una red amplia y descentralizada de comunicación global para reacondicionar la red eléctrica, lo cual permitiría consumir energía de manera más eficiente, crear su propia energía renovable y revender su excedente eléctrico a la red.
La creación de un régimen de energía renovable, una tecnología de pilas de combustible de hidrógeno y redes eléctricas inteligentes abre la puerta a una tercera revolución industrial y debería tener un efecto económico multiplicador tan fuerte en el siglo XXI como la introducción de las tecnologías del carbón y el vapor en el siglo XIX, y el petróleo y el motor de combustión interna en el siglo XX.
Hay energía renovable por toda la Tierra. Es fácil acceder al caudal solar, a la energía eólica, hidrológica y geotérmica, a los residuos agrícolas y forestales... y a la basura municipal en todo el mundo. Si se reúne y almacena en forma de hidrógeno y se disemina a través de redes eléctricas inteligentes, la energía renovable tiene potencial para ser compartida de igual a igual y de manera repartida como ahora compartimos información y comunicación en Internet. Una economía verde y sostenible basada en el hidrógeno significa 'poder para el pueblo' en el siglo XXI.

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